Desde que en la década de 1980 la MTV revolucionó la industria musical al dar visibilidad a los artistas, y especialmente desde que YouTube se consolidó como la plataforma líder de videos hace aproximadamente 15 años, los videoclips se han vuelto una herramienta imprescindible para cualquier artista, ya sea reconocido, mediano o emergente que busque alcanzar una audiencia mínima.
Pero, ¿por qué es tan relevante? A través de los videoclips, podemos verdaderamente conocer a los artistas detrás de la música y conectar con su esencia, o al menos con la faceta que desean mostrarnos. Sus estilos y tendencias son esenciales para que el público pueda identificarse con ellos. El videoclip se convierte en una pieza fundamental del concepto de una canción, permitiendo al espectador interpretar de manera más profunda el mensaje o la historia que se relata, a la vez que disfruta de la experiencia audiovisual en su totalidad.
No obstante, el videoclip no debe considerarse únicamente como una extensión artística de la canción, sino también como una estrategia de marketing musical altamente efectiva. Es una de las herramientas más poderosas para construir la imagen de marca de un artista.
En la industria musical actual, la voz ya no es el único factor determinante (por muy talentosa que sea); todo lo que rodea al artista influye: su personalidad, actitud, colores asociados, estilo de vestir, y las locaciones en las que se le muestra al público. Cada uno de estos elementos contribuye a que la música sea más o menos atractiva.
A menudo, tenemos un gran potencial artístico que espera brillar, pero le falta el impulso necesario. En ese momento, la imagen se convierte en el puente ideal para llegar a tu audiencia deseada y permitir que tu música conecte con un público más amplio. Si bien no es absolutamente esencial contar con un videoclip para «triunfar,» ciertamente es un recurso valioso que puede llevar tu proyecto artístico a nuevas alturas y fomentar un mayor apoyo de tu audiencia.
Pero, ¿qué sucede si en lugar de un videoclip, optamos por un videolyric o simplemente compartir un «cover» de la canción? Veamos las ventajas y desventajas de cada opción:
Covers
Ventajas: Sin duda, es una forma sencilla y rápida de compartir contenido en las redes sociales. Tan sencillo que el propio artista puede hacerlo sin depender de terceros. Además, es económico (incluso gratuito) y práctico.
Desventajas: Puede resultar monótono y carecer de originalidad. No aporta valor significativo ni destaca las cualidades del artista.
Videolyrics
Ventajas: Ofrece una opción económica y creativa, ideal para sencillos o canciones secundarias. Aporta un toque de dinamismo y atractivo visual al público, permitiendo a los espectadores adentrarse en la letra de la canción.
Desventajas: Debido a las limitaciones de recursos, este formato no se considera una solución integral. No contribuye significativamente a la construcción de la imagen del artista y puede resultar difícil diferenciarse de otros artistas.
Videoclips
Ventajas: Es la opción ideal para establecer la identidad musical y personal del artista. El videoclip crea una marca artística única que acompañará a la canción a lo largo del tiempo.
Desventajas: Requiere una inversión de tiempo, energía y dinero, pero como se dice, todo éxito exige sacrificio. Además, hay una amplia variedad de opciones en el mercado, permitiendo al artista elegir la productora de videoclips que mejor se adapte a su visión creativa y presupuesto.
En nuestra productora, MusicVideos by Manuel Mira, hemos producido más de 250 videoclips y numerosos videolyrics para una amplia gama de artistas de diversos géneros. Si necesitas orientación o asesoramiento para crear tu próximo video, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estamos aquí para ayudarte a llevar tu proyecto artístico al siguiente nivel.