El confinamiento obligado por el gobierno a raíz del Covid-19, nos ha dado, entre otras cosas, un sinfín de vídeos y videoclip creados por los propios artistas desde sus propios hogares con sus propios teléfonos móviles (o eso es lo que a veces nos hacen creer).
Y es que si bien este sistema de producción tan informal y económico, aparentemente ha calado bien en la sociedad, que consume de buen gusto estos clips a pesar de cierta falta de profundidad audiovisual, en algunas ocasiones advertimos que nos quieren dar gato por liebre.
Advertimos, por ejemplo, el nuevo videoclip de Ricky Martin y Farruco, supuestamente rodado por ellos mismos con el móvil.
Nos creemos que ha sido rodado con un smartphone. Pero ahí termina lo novedoso.
El videoclip está realizado por un equipo artístico y técnico, donde podemos encontrar desde un director de fotografía, maquillaje, vestuario, dirección artística, etc, y por supuesto todos los medios técnicos habituales como iluminación, plató con ciclorama, soportes de cámara, etc.
Lo mismo vemos con el videoclip de Miky Muñoz
Lamento decir que aunque Miky es un gran artista y seguro que tiene ideas fantásticas para hacer videoclips, ni en años luz se hubiera grabado (y mucho menos editado) un videoclip así él solito. Igual que con el anterior caso, es evidente la colaboración de un equipo profesional (que obviamente no se vé en la cámara…), La iluminación, los movimientos de cámara, los tipos de plano, la edición… la colorimetria, amén de maquillaje, peluquería, atrezzo…… que se esconde tras la mascarilla de un equipo artístico que intencionadamente graba con un móvil y una apariencia “amateur”…pero nada más lejos de la realidad.
Que en lugar de una cámara de cine Red o BlackMagic con 15 stops de rango dinámico, hayan empleado un smartphone de 1.000 dolares, no debería suponernos una especial noticia, ya que estas maquinitas hoy en día soy muy dignas y pueden permitir salir del paso consiguiendo una textura particular. Sin dudas la cámara es importante, pero aún lo es más lo que hay delante y detrás de la misma.
De hecho, podríamos poner incluso en duda el uso de un real smartphone para ello. Son muchos y variados los casos que en el cine o la publicidad se nos hace creer que cierto material ha sido filmado por videocámaras domesticas o de rango bajo, pero en realidad se filmaron con cámaras de cine digital de altas prestaciones, que en post-producción se “afeó” o deterioró para conseguir una estética deseada.
Por ejemplo, la película REC de Jaume Balagueró fue aparentemente filmada íntegramente con una cámara de tipo TV y a hombro. Pero no…. la película se filmó con equipo de cine de altas prestaciones y usando grúas, travelling, steadys…que en post-producción se alteraban para obtener un lenguaje aberrante final con estética caótica y semi-amateur.
El despliegue técnico en localización era de lo más ambicioso, y el presupuesto también lo fue. Todo para conseguir una gran película muy entretenida con cierta apariencia casual, que enfatizaba la sensación de naturalidad o cercanía con el espectador.
Aun nos queda mucho estado alarma por delante y seguramente irá aumentando la lista de videoclips realizados de forma (a veces real y a veces no) amateur.
Nos parece genial que la creatividad no cese nunca y nos inventemos formas de seguir produciendo a pesar de las dificultades impuestas, pero no te dejes engañar por trucos de marketing.