No cabe duda que la tecnología drone ha venido para quedarse. Estos aparatos voladores han irrumpido en varios sectores, como la agricultura, ingenierias, transporte… y como no, el sector audiovisual.
Esta revolución viene dada, en gran parte, gracias al aporte de la marca DJI, creadora de su milagrosa serie Phantom.
Y pese que a DJI le han salido muchos competidores, la serie Phantom y la serie Inspire (para los más pudientes) siguen siendo modelos ideales para la grabación estandar de vídeo aéreo.
El mundo del videoclip no es ajeno a esta revolución, y cada vez más son los videos que incorporan, como recurso, la captación aérea de secuencias. Y es que, por lo general, nos gusta mucho observar la cotidianeidad desde un punto de vista diferente o perspectiva nueva. Filmar las cosas desde arriba nos puede aportar espectacularidad, frescura y ritmo.
La primera cosa importante a tener en cuenta a la hora de ponernos a volar es la legislación de cada pais. En España ( y practicamente en toda Europa) la normativa es muy clara, y está regulada por AESA (agencia estatal de seguridad aerea) .
Para poder volar profesionalmente un drone como el Phantom III, es necesario ser piloto autorizado. Necesitaremos la siguiente documentación:
– Certificado Médico
– Certificado teórico de piloto
– Certificado práctico de piloto
– Seguro obligatorio (para el drone)
– Autorización como operadora
– Chapa identificativa en el drone
Una vez tengamos todos estos requisitos y nos lancemos a volar con nuestra aeronave, tendremos que vigilar las siguientes limitaciones normativas:
- Está prohibido sobrevolar zonas urbanas
- Está prohibido sobrevolar aglomeraciones de personas
- Está prohibido sobrevolar zonas de tráfico aéreo (especialmente cerca de aeropuertos)
- Altura máxima 120 metros
- Distancia máxima 500 metros (se podria enviar a más de 500 metros si nos concedieran un NOTAM, pero es algo bastante improbable)
Tampoco se pueden sobrevolar parques naturales o zonas protegidas.
Aunque es cierto que las limitaciones legales son muy notables, con un empleo inteligente y eficaz del drone, se pueden obtener unos planos espectaculares con estas máquinas.
En particular, los drones de la serie Phantom ofrecen calidad a un precio razonable. Hablamos de una aeronáve profesional, de uso facil. Facil, porque los automatismos y ayudas de la máquina hacen que volar con ella sea casi un juego de niños. No obstante, no hay que confiarse y la manipulación de estos drones tiene que hacerse con responsabiliad, conocimiento y experiencia, para evitar accidentes (todos recordamos aquel concierto de Enrique Iglesias…)
La calidad de imagen que nos ofrece el Phantom es muy digna. Quizás es algo limitada para su uso en cine, no tanto por la resolución (hay modelos en 2.7 y en 4k) sino por su rango dinámico y la compresión. Pero no se puede pedir más a una máquina que ronda los 1.000 euros, pesa 1.3 kg, vuela y además graba vídeo profesional, ideal para videoclips y proyectos (no tan) low cost.
Así que, no te cortes y deja volar tu imaginación, y rueda tu videoclip con un drone.
Eso sí, como siempre confía en los profesionales del sector. No solo te evitarás problemas legales (y una tediosa multa de AESA), sino que contarás con la experiencia y oficio suficientes para exprimir al máximo estos juguetes, que tanto nos gustan.
Abróchense los cinturones que despegamos…
https://www.youtube.com/watch?v=MHwJE0_ka2s